CRÍTICAS
Crítica de Johnny English 3.0: De nuevo en acción 3.5/5
TRIPLEMENTE MÁS INCOHERENTE, AUNQUE NO NECESARIAMENTE EL TRIPLE DE ENTRETENIDA

Luego de 7 largos años, vuelve Rowan Atkinson con la tercera entrega de uno de los papeles más relevantes que marcaron su carrera, el mismo de siempre, el grandioso espía inepto “Johnny English”.
Si tenemos que hablar sobre parodias basadas en películas de espías, es inevitable obviar algunos clásicos; hablamos de Austin Powers, El super agente 86 y como no, Johnny English. Todas estas estaban basadas en una línea clara y que funcionaba muy bien para la época de cada una; diálogos jocosos, escenas absurdas pero entretenidas y las bien intencionadas metidas de pata.
Todo esto, lo sabía muy bien el actor que tomaba la batuta de ser el principal en dicha parodia y su rol terminaba siendo fundamental ya que era pieza clave de persuasión para el público, quien decidía si dicho material valía la pena como para quedarse a ver el desenlace final.
Centrándonos en esto último, todos recordamos al querido Mr. Bean, un personaje singular que en base a sus gestos y otros ademanes característicos, conseguían captar al público. Así lo vimos en 2003, cuando nos adentró al mundo del espionaje y las misiones secretas. Luego, la receta volvió a servir en el 2011 con la segunda entrega, donde vimos más acción.
Sin embargo, esta tercera parte no hace más que reafirmar lo importante que es mantener no sólo en vigencia al personaje (Rowan Atkinson mantiene su gestualidad, encanto y carisma que lo caracteriza), sino que también debe ir de la mano de no cargar mucho la saga con casos repetitivos, chistes desfasados y la poca química entre los personajes.
Y como no es de nuestro estilo contener spoilers, tranquilo, respira suave y vamos con lo bueno y lo malo de esta cinta.
LO BUENO:
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Es el mismo humor clásico que nos encandilo en las primeras entregas, lo básico pero efectivo:
La fórmula ya era recontra conocida para Atkinson y bien estudiada, este tipo de parodia sin igual y diferente es lo que le permite diferenciarse de otras comedias del mismo género en esta época; por ejemplo, Kingsman de Mathew Vaughn que no sólo lo caracterizó las cargadas escenas de acción sino su comedia sutil y elegante más tirado a la época actual.
English jugó en su liga, confió en lo que ya conocía y le había rendido frutos, ese humor de otra época pasada y con toques primerizos dirían algunos, enfatizando en los momentos más absurdos que era una constante en las otras entregas. Ojo, que esto si bien le funcionó a Atkinson es por su conocimiento con esa comedia, quizás esté de más decir que administrado por otra persona pudo resultar en un desastre para el film.
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Generar “hype” con la vuelta de personajes clásicos, Ben Miller:
Todos deben recordar al acertado compinche de aventuras de Johnny, Bough en las manos nuevamente de Ben Miller, quizás uno de los mejores aciertos de la película. La química que se forma en pantalla entre estos dos personajes es única, quedando más que claro que no debieron separarse nunca, a esto agregando el complemento de Olga Kurylenko, nos vende un concepto muy claro, no solo parodia una más del señor Bond, sino que aportan su propia franquicia con ese toque que evite llevarla al error de convertirla en un probable interés romántico.
LO MALO:
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Recurrir a temas poco realistas en busca de situaciones cómicas:
Aunque tratamos de no spoilear, es inevitable no mencionar esto. Vemos lo mismo de siempre, el agente torpe retirado y que por suerte del destino debe volver a salvar el mundo, solo ya que todos los otros agentes murieron. ¿En serio?
Detalles, que quizás a la hora de ver la cinta no te llamen la atención pero que si lo cuestionas entenderás porque el sinsentido y la queja sobre ellas. De igual forma, por poner otro ejemplo, mostrarnos a un English con temor al uso de la tecnología ya es bastante raro y muy poco probable, pero que encima uses esto como único recurso para sacar las escenas graciosas, créeme no va a acabar funcionando.
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No fue la noche de Jason y Sophia. Errores en la construcción de los personajes:
A ver, aquí no tratamos de dar a entender que las actuaciones de Olga Kurylenko (en el papel de Ophelia) y Jake Lacy (como Jason) hayan sido terribles, no nos malinterpreten. Inclusive, para lo que se vio se puede considerar correcta su participación.
A lo que vamos es que ambos personajes no encajaron por una razón, no eran acordes al tipo de humor practicado en la cinta. Y esto no es culpa de ellos, sino de los guionistas que no adaptaron bien ambos personajes a la historia, colocándolos muy alejados a Johnny y su historia. Tan solo por ver un ejemplo, comparen la relación de English con Lorna Campbell en la primera cinta con la relación forzada, falsa y alejada que tienen el mismo English con Ophelia.
Esto fue lo que nos dejó la más reciente entrega del grandioso Rowan Atkinson, una comedia buena en términos generales, pero no memorable, quizás hasta la olvides de camino a casa. Pero eso no significa que no se disfrute con ella, a cambio de animarte a verla te llevarás un buen rato de carcajadas con uno que otro momento de ese tipo de humor clásico al que nos acostumbramos en sus predecesoras, que maneja a la perfección Atkinson y que garantiza que su uso jamás será en vano.
A continuación te dejamos el tráiler por si aun no te animas a verla:



